Alentejo
Tierra de un horizonte sin fin, rica en luz y sol, bendecida por las aguas de los ríos Sado y Mira y por innúmeros riachos y albuferas, que embellecen el paisaje, aquí, de rara belleza, vestida de amarillo, blanco y azul en una amplia extensión al mar con aguas amenas que abrazan playas de arena fina y dorada y que gritan relax y quietud.
Este es el lugar donde la generosidad de la naturaleza es visible, pero que impone un ritmo propio a las producciones y a las cosechas de los muchos productos que lo definen y que enriquecen su gastronomía. Hablamos del trigo, de las aceitunas, de las uvas y de otras frutas y hortícolas de la tierra, pero también de los animales domésticos, como los bovinos, caprinos y porcinos, de modo especial el cerdo negro. Naturalmente, hablamos aún, de varias especies cinegéticas, como el jabalí, el conejo, la liebre y la perdiz. Y, en las zonas costeras de otras especialidades, como el marisco, la sepia, el polvo, pescados como el sargo, el mero, la lubina, el chicharro/jurel, la sardina, el lenguado, la anguila o la perca atruchada. Todos se combinan con el mejor pan y las mejores hierbas aromáticas, los mejores aceites y vinos. No dispensan las hortalizas y los arroces, que aquí son excepcionales.
Este es el lugar donde las casas, tengan mucho o poco tiempo, tienen siempre la mesa puesta, exhibiendo sabores mil, que generosamente se hacen acompañar de grandes vinos de la región. Todo es para descubrir, recorriendo montes, aldeas, villas y ciudades, habitadas por un pueblo sencillo que defiende, como ningún otro, sus usos y costumbres y canta la vida con corazón.
Sugerimos que comience por “Alcácer do Sal”, donde la vida aún se hace navegando a bordo de embarcaciones tradicionales, después siga hacia “Santiago do Cacém”, donde las planicies se mezclan con la sierra y ésta con el mar. A poca distancia se halla Sines, la ciudad natal y de memoria de uno de los grandes hombres de los mares – Vasco da Gama – y aún hoy tierra de gente de mar. Continuando, por la costa “Alentejana” y “Vicentina”, deténgase en las pequeñas villas de “Vila Nova de Mil Fontes”, “Zambujeira do Mar” y “Azenha do Mar”. Esta es una sugerencia, sin embargo, también el “Alentejo Central” y el “Norte Alentejano” son ricos en sabores que deben descubrirse, hágalo por si solo. ¡La única recomendación es que lo haga despacio!