del agua dulce del río Sado y por la proximidad del mar, es típico el “achigã” (perca atruchada), a la parrilla, el “ensopado de anguilas”, la “açorda de bacalao” y la sopa de corvina o de otro pescado. Y si no sopa, la “massa de pescado” (plato de pescado y pasta menuda). Impera también el arroz, aquí especial, el de marisco, pulpo o sepia. Los bivalvos no son para olvidar, son muy característicos y sabrosos, tal como las Ostras portuguesas, con gran reputación y, aún hoy, recordadas por los franceses como “Les Portugaise”. Todo se puede acompañar con los excelentes vinos de la región de “Terras do Sado”

Otros Sabores: impregnados de tradición “alentejana”, los sabores se unen con hierbas aromáticas y otras plantas silvestres (espárragos salvajes, trufas o “carrasquinhas” (cardo comestible). Se destaca la carne de cerdo a la “alentejana” (especialidad regional con carne de cerdo y almejas), el conejo frito, el “ensopado de borrego” o éste asado en el horno, el “feijão adubado”(plato típico con judías y diversas carnes de cerdo y embutidos), las migas de pan o patata, patatas de “rebolão” con entrecot, la sopa de tomate y de verdolagas y los arroces. En la repostería la variedad es irresistible y la sabiduría conventual aún se extiende en el tiempo: los “salacianos”, la tarta de miel, la tarta de piñón, las “pinhoadas”, los caramelos de huevo, la tarta real y las “queijadas do Torrão” (todas especialidades regionales).